Los celos tienen parte de su origen en el reparto de los papeles masculino y femenino que proceden de la prehistoria humana.
Berlín, (EFE).- Los hombres y las mujeres experimentan celos por motivos diferentes, sostiene un estudio de psicólogos de la Universidad de Bielefeld (norte de Alemania), difundido tras varios experimentos con dos centenares de voluntarios.
Las mujeres experimentan celos cuando constatan en su pareja un sentimiento amoroso incipiente hacia otras mujeres, mientras que los hombres reaccionan con sospecha cuando tienen o creen tener motivos para dudar de la fidelidad de su compañera, según el estudio alemán.
Los expertos de Bielefeld concluyeron que esos sentimientos tienen que ver con un reparto de los papeles masculino y femenino que proceden de la prehistoria humana.
"El éxito reproductivo de la mujer no sufría limitaciones por la infidelidad sexual del hombre", afirmó el científico Achim Schützwohl para explicar esa conclusión.
"A la mujer le eran casi indiferentes las infidelidades del hombre. Sin embargo, si éste dejaba de lado la inclinación hacia su compañera y el cuidado por los hijos, en la prehistoria humana eso podía conllevar la muerte de la mujer y de su hijo", añadió.
Por otro lado, para el hombre fue de una enorme importancia evolutiva si su compañera le era fiel o no, pues "no podía estar seguro de que los niños eran de él. Temía que pudiera haber invertido energía en una descendencia que no era la suya", añadió.
En los experimentos del estudio, los voluntarios reaccionaron pulsando una tecla concreta del ordenador a señales de variantes distintas de la infidelidad.
Las mujeres alcanzaron el umbral de "insoportable" ante señales de infidelidad emocional, mientras que los hombres llegaron a ese nivel con la infidelidad sexual
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